Con nuestros ritmos de vida actuales, es muy común que los músculos del cuerpo sufran varios tipos de dolores. De todos ellos, la aparición de dolor en los puntos gatillo es muy frecuente. Estos son puntos de los músculos de nuestro cuerpo que tienen tendencia a hipersensibilizarse. Lo que quiere decir, a no ser capaces de relajarse y produciendo un intenso dolor.

Siempre que hablo de estos puntos tensos musculares me gusta hacer hincapié en varias claves:

  • Normalmente, los puntos gatillo forman parte de una terapia mayor, como la recuperación funcional o el ejercicio terapéutico.
  • Los puntos gatillo se localizan en las mismas zonas de los músculos. Lo que facilita poder distinguirlo de otros. Algo fundamental para no confundirlo con otros dolores musculares, aunque en casos como los de una contractura, puedan estar relacionados.
  • Aunque se puede eliminar un punto gatillo, es necesario también tratar sus causas para evitar que el problema vuelva a surgir.

¿QUÉ SON EXACTAMENTE LOS PUNTOS GATILLO?

Los puntos gatillo son nódulos musculares hipersensibles. Se localizan entre las fibras musculares en distintas partes del cuerpo. Aunque son bastante comunes en los músculos posturales de la espalda. También se les conoce con la denominación de puntos gatillo miofasciales, que es su nombre más técnico. Se pueden diferenciar dos tipos:

Puntos gatillos activos: producen dolor de manera espontánea y en los casos más graves incluso pueden reproducir el dolor en otras partes del cuerpo.

Puntos gatillo latentes: Son aquellos puntos que duelen cuándo se presionan con las manos.

Estos pueden ir desde un pequeño grumo a un bulto con cierto tamaño y fácil de localizar. En ambos casos, el problema muscular existe y debería de tratarse de manera correcta.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?

Aunque normalmente el paciente se da cuenta de que sufre de puntos gatillo por el propio dolor, sus causas pueden ser varias y en caso de no corregirse pueden provocar la aparición repetida de un punto gatillo. Por eso, es obligado actuar ante esta causa subyacente una vez se ha deshecho el punto. A continuación te cuento los factores más comunes que lo causan:

  • Movimientos repetitivos y monótonos de un mismo grupo muscular.
  • Sedentarismo
  • Sobrecarga por contracción muscular.
  • Estrés.
  • Fatiga postural por traumatismos directos o de repetición.
  • Problemas estomacales o hígado por una mala alimentación

Como puedes observar, estos factores son causantes tanto de este síndrome como de muchos otros, por esa razón, es muy importante tratar de limitarlas para evitar múltiples problemas de salud.

SÍNTOMAS

Al igual que es fundamental distinguir las causas también es conveniente distinguir cuáles son los signos que pueden ayudarnos a identificarlo correctamente. Estos son alguno de los principales indicativos de que tienes un punto gatillo:

  • Dolor de espalda y restricción de movimiento en la zona que puede llegar a provocar disfunción.
  • Realizando reposo el punto vuelve al estado de latencia.
  • Desaparece el dolor espontáneo, pero tras ciertas ocasiones explican su recurrencia.
  • Se pueden llegar a producir espasmos en la zona.
  • Mareo y desequilibrios.

COMO SE TRATAN LOS PUNTOS GATILLO

Para eliminar los puntos gatillo se pueden emplear diferentes técnicas que forman parte de la fisioterapia. Entre estas una de las más utilizadas, y la más recomendable en los casos menos graves, es la técnica manual de la presión digital. El tratamiento también puede implicar el uso de técnicas de aplicaciones de frío.

Pero, sin duda, la terapia que más se acostumbra a asociar con este tipo de tratamientos es la punción seca. Una de las pocas técnicas invasivas de la fisioterapia. Consiste en romper estos puntos tensos del músculo con una aguja de acupuntura.

Como ves, para tratar los puntos gatillo es más importante hacer una exploración previa para identificarlos bien y elegir cuál de todas las terapias que tenemos disponibles los fisioterapeutas.